Este gato proviene de Turquía, y de ahi también viene su nombre: de la región que rodea el Lago Van.
Si bien su origen es Turco, desde mediados del siglo pasado la raza se extendió por toda Europa, aunque fue reconocida en Inglaterra recién a fines de los sesentas, y todavía no se la ha reconocido en los Estados Unidos.
El Van se parece mucho al Angora, pero no es igual. Su tamaño es bastante grande, y sus extremidades muy largas, lo cual lo convierte en un gato bastante particular.
Como se puede ver a simple vista, estos gatos tienen un pelaje suave y bastante denso, aunque también sedoso. Suele ser blanco, con un poco de rosado y de castaño en la extremidades. El color de este gato suele ser lo que más llama la atención de él.
Como mascota demuestran ser tranquilos y cariñosos, no son molestos y se adaptan con perfección, generalmente, a la vida con los niños. Pero sin lugar a dudas lo más curioso de todo es que este es un gato al cual no le molesta en absoluto el agua, lo cual lo convierte en una raza bastante particular…